La ingesta de alimentos puede provocar el crecimiento de bacterias no deseadas, como la Escherichia coli (E. coli). Este proceso se conoce como colonización. Cuando las bacterias de una fuente crecen en el cuerpo, producen peróxido de hidrógeno para descomponer los alimentos en energía. Este proceso se conoce como la vía de «comer alimentos» o «comer bacterias». Sin embargo, algunas bacterias utilizan una vía alternativa denominada «comer bacterias» o «comer EScherichia coli». Las personas que comen muchos tipos de alimentos -como los que proceden de manos poco fiables- tienen más probabilidades de que se utilice esta vía de alimentación en lugar de la vía alimentaria. Afortunadamente, hay formas de reducir el riesgo de infectarse con esta bacteria dañina. En este artículo se explica cómo y por qué conviene evitar estas cuatro fuentes habituales de infección por EScherichia coli:

¿Cuál es la diferencia entre una infección por EScherichia coli y una enfermedad de origen alimentario?

Una infección por EScherichia coli es una infección bacteriana que se produce en el sistema digestivo. Esta infección suele producirse en niños menores de 5 años. La intoxicación alimentaria, por su parte, está causada por el crecimiento de una especie bacteriana anormal y perjudicial para el ser humano que suele producirse cuando una persona ingiere alimentos que no han sido limpiados o preparados adecuadamente. El rasgo distintivo entre una intoxicación alimentaria y una infección por escherichia coli es la presencia de salmonelas en los intestinos.

Bacterias en las manos: ¿Cómo prevenir la contaminación de las manos y los brazos?

Todos los recipientes de alimentos y bebidas deben mantenerse limpios, y los equipos, como los congeladores y los lavavajillas, deben limpiarse regularmente. Las manos deben lavarse con agua y jabón antes y después de manipular los alimentos. Los siguientes elementos pueden ayudar a prevenir la contaminación cruzada: Guantes de seguridad (no sueltos); guantes para la vajilla; guantes para la tabla de cortar; guantes para las compresas.

Pescado crudo y poco cocinado: ¿La fuente de colonización más arriesgada?

La bacteria que provoca las enfermedades de origen alimentario, la Salmonella, se encuentra en el pescado, el marisco y otros animales. El riesgo de contaminación al comer pescado crudo es muy real. La bacteria puede acumularse en el intestino y ser consumida para luego pasar a las heces. Como el pescado tiene niveles tan altos de sodio, se pueden consumir otras bebidas impuras, como el zumo de naranja y la leche, para reducir el contenido de sodio.

Aves y mamíferos: ¿El último eslabón de la cadena?

Los humanos son la única especie conocida que puede consumir y absorber Escherichia coli y Salmonella. Una vez consumidas, estas bacterias suelen ser degradadas por las enzimas del intestino. Sin embargo, en determinadas situaciones, las bacterias pueden pasar del estómago al intestino delgado, donde pueden causar daños. Pueden producirse daños intestinales crónicos o graves si se permite que estas bacterias pasen al torrente sanguíneo. Los humanos, al igual que otros animales, tenemos una regla estricta de «no morder» en nuestro tracto digestivo.

Resumen

Para evitar el crecimiento de bacterias no deseadas, como la Escherichia coli (E. coli), en los alimentos, es necesario mantener un sistema digestivo sano. En este artículo se explica cómo y por qué hay que evitar el consumo de ciertos tipos de alimentos y qué alimentos son seguros de consumir.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *