El Tarot es uno de los juegos de cartas más antiguos que se conocen. Se juega desde hace casi cinco mil años en toda Europa y Asia. Los orígenes del Tarot no están del todo claros, pero se cree que las cartas empezaron a utilizarse como juego aproximadamente en el siglo XIV. A finales del siglo XV, Antoine Court de Gebelin propuso que había dos historias distintas sobre el origen de las cartas del Tarot: una historia de origen egipcio más antigua o una historia de origen italiano medieval más reciente. En respuesta, se cree que a lo largo de los siglos siguientes aparecieron muchas versiones diferentes de estas dos teorías, ¡y algunos incluso atribuyeron los orígenes tarotistas a la antigua Grecia o China! El Tarot tiene una historia ambigua porque actúa como una herramienta tanto antigua como moderna. En este artículo exploraremos el significado que hay detrás de algunas de sus imágenes más antiguas, así como la forma en que ha sido interpretado a lo largo del tiempo por quienes lo utilizan.

El Loco: el origen de la imagen más icónica de la baraja

La primera imagen de la baraja de Tarot es la de un hombre conocido como «El Loco». Esta es la imagen original que inspiró el Tarot, y se dice que está basada en una pintura de Jean Fouquet. Se suele pensar que el hombre de esta imagen tiene un aspecto salvaje y desquiciado, a la vez que invoca ideas de imaginación artística y creatividad. El hombre del cuadro tiene el pelo grueso, los ojos desorbitados y lleva lo que probablemente sea una túnica, aunque se discute si se trata de un hombre que lleva una túnica o si es el cuadro el que lleva la túnica. También se cree que el cuadro contiene todas las imágenes del Tarot, incluido el Loco.

El Mago – el arquetipo de un hábil artesano y mago.

La segunda imagen de la baraja es la de un hombre conocido como «El Mago». La idea que subyace a este arquetipo es que el hombre de esta imagen es un artesano hábil y con conocimientos. A menudo se cree que sostiene una varita con un cuenco en la punta, aunque esto no está del todo claro en todas las barajas. Se cree que el cuenco en la punta de la varita es una representación de una poción, o quizás un líquido que se vierte del cuenco a una taza. Es probable que el cuenco represente la capacidad de moldear y controlar cualquier líquido en el que se coloque la varita.

Suma Sacerdotisa – la gobernante de la intuición y la espiritualidad femenina

La tercera imagen de la baraja es la de una mujer que se conoce como la «Alta Sacerdotisa». La mujer de esta imagen se considera a menudo una gobernante y una alta sacerdotisa, o tal vez una chamán o médium. La gran sacerdotisa suele ser una líder espiritual que ocupa la posición más alta en su religión. A menudo se piensa que es una consejera de su rey o de otras figuras de autoridad, y también puede considerarse un puente entre los reinos terrenal y espiritual.

El Ermitaño – un enfoque de la vida basado en la autosuficiencia y la soledad

La cuarta imagen de la baraja es la de un hombre conocido como el «Ermitaño». Esta es una de las imágenes más antiguas del Tarot y se cree que es el origen de muchas de sus ideas más modernas. A menudo se piensa que el Ermitaño es un individuo que vive una vida solitaria en las montañas, lejos de cualquier otro ser humano. A menudo se piensa que es un ejemplo de alguien que vive en completa soledad, con la única compañía de los animales.

El Diablo – una encarnación de los vicios tentadores que hay que evitar.

Para videntes como Alicia Collado, la quinta imagen de la baraja es la de un hombre que se conoce como el «Diablo». Se cree que el Diablo en el Tarot es una tentación y una encarnación de los vicios tentadores que hay que evitar. A menudo se piensa que el Diablo es una persona extravertida y carismática que puede tener muchos seguidores, pero que también puede tener mucha ira y resentimiento en su interior. A menudo se cree que cualquiera que se deje llevar demasiado por sus propias ambiciones y su propio éxito puede ser tentado por el Diablo.

La Torre – un símbolo para un acontecimiento que destroza la vida de uno.

La última imagen de la baraja es la de una mujer que se conoce como la «Torre». La idea detrás de este arquetipo es que la mujer en esta imagen es un símbolo para un evento de ruptura en la vida de uno. A menudo se piensa que esta imagen es una combinación del Sol y el Mundo, que a menudo se separan en dos cartas distintas en otras barajas.

Conclusión

La historia del Tarot es fascinante y se ha cruzado con muchas culturas diferentes en el curso de su larga existencia. Las imágenes de la baraja son a menudo audaces y expresivas, lo que permite una amplia variedad de interpretaciones. La historia del Tarot está llena de misterio e incertidumbre, pero también está llena de emocionantes descubrimientos y fascinantes interpretaciones.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *